top of page

Tal vez no es amor. Puede ser un coctail de neuro-químicos adictivos

Actualizado: 6 sept 2023


Cuando nos vinculamos con alguien, vivimos un cóctel hormonal, así que identificarlo puede ayudarnos a elegir mejor con quien nos relacionamos y ahorrarnos mucho mal de amores.

Pasado ese tiempo, para que una pareja siga unida, se debe desarrollar una clase de amor distinto, un amor de compañeros.

Primero es importante entender ¿cómo nos enamoramos? Químicamente y a nivel cerebral

  • La dopamina: nos hace prestar atención, recordar todos los detalles y sentirnos motivados.

  • La oxitocina crea el apego: Nos da la sensación de sentirnos uno solo con la persona. Entre más contacto físico, más se incrementa.

  • El incremento de endorfinas se convierte en un proceso adictivo: nos quitan el dolor y crean una necesidad de repetir conductas que asegura el mantenimiento (o codependencia) en una relación.

  • La serotonina nos hace compulsivos y que pensemos todo el tiempo en la otra persona. Nos genera una sensación de obsesión tan grande que puede ser “el inicio del infierno” de muchas parejas

  • La noradrenalina nos brinda la sensación de querer estar con una persona (aun si en el fondo sabemos que no es la indicada)

Si ya vimos que a nivel químico, nuestro cuerpo fomenta la permanencia con una persona, hacernos la pregunta ¿CON QUIÉN me quiero relacionar? Toma una relevancia enorme.


Pero entonces, si el enamoramiento o amor apasionado dura de 12 a 18 meses, ¿Se puede aspirar a un amor para toda la vida? Nosotras creemos que sí…pero desde otro lugar.


Una vez que pasa el “high neurológico” y la fiesta sensorial, se convierte en una elección, en crecimiento mutuo y conocimiento profundo, en un amor maduro y más real (tal vez menos divertido, pero más estable).


“Que sea eterno mientras dure”


La narrativa alrededor del amor tiene cada vez más esta connotación de “evento mágico y fugaz”, cosa que resulta obvia si medimos el amor en cuanto a su intensidad sensorial: es la crónica de una muerte anunciada. Como consecuencia, estaremos entrando y saliendo de relaciones, con el corazón cada vez más herido y pensando que el amor es un engaño o algo inalcanzable.


El amor es pasión pero también es voluntad que renueva el deseo. Es fluir pero también introspectar cuando no fluye.


La relación confronta porque es un espejo de mi. Es tener mis necesidades cubiertas pero también es ceder, porque cuando “salgo de mi” Para ver al otro, abre una perspectiva más amplia de las cosas.


¿Tú que piensas?


bottom of page